Al alquilar o vender una vivienda en Pinto, la presentación lo es todo. No basta con una limpieza superficial: una inspección de plagas puede marcar la diferencia entre una entrega sin problemas o quejas posteriores de los nuevos inquilinos.
1. Cocina y baños: primera parada obligada
Las tuberías y desagües en estas estancias son los principales accesos de cucarachas. Antes de entregar la vivienda en Pinto, conviene revisar bajo fregaderos, detrás de electrodomésticos y en las juntas de los azulejos.
2. Garajes y trasteros: terreno de roedores
Los espacios de almacenaje son muy atractivos para ratones y ratas, especialmente si se dejan cajas de cartón o restos de materiales. Inspeccionar y sellar posibles huecos es esencial para evitar sorpresas desagradables.
3. Dormitorios y salones: atención a muebles usados
En inmuebles con mobiliario previo, las chinches pueden esconderse en colchones, sofás o grietas en la madera. Una revisión a fondo garantiza que los nuevos habitantes de la vivienda en Pinto no sufran picaduras.
4. Zonas exteriores: control del agua acumulada
En patios, jardines y terrazas, el agua estancada se convierte en foco de mosquitos y otras plagas. Es recomendable vaciar cubos, platos de macetas y revisar desagües antes de la entrega.
5. Ventilación y limpieza final
Un repaso general con buena ventilación ayuda a identificar olores extraños —típicos en presencia de roedores— y da seguridad a futuros inquilinos o compradores.
Realizar una inspección de plagas en Pinto antes de entregar una vivienda no solo evita reclamaciones, sino que refuerza la confianza en propietarios e inmobiliarias. Una entrega cuidada y libre de infestaciones es garantía de satisfacción para los nuevos residentes.



